Misiones internacionales del Ministerio de Defensa en África

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Julian Flores @juliansafety
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Misiones internacionales activas del Ministerio de Defensa en África como el contingente español desplegado en Bangui en la violenta capital de República Centroafricana.

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Muere un ‘casco azul’ de la MINUSCA en una emboscada en BanguiDirectorio: Bangui República Centroafricana Onu Secretaría General

Un militar de la Misión Multidimensional Integrada de Naciones Unidas para la Estabilización de República Centroafricana (MINUSCA) ha muerto y otros nueve han resultado heridos este jueves en una emboscada contra un convoy de las tropas de pacificación en la capital del país, Bangui.

En base a las informaciones facilitadas por la emisora Radio France Internationale, el fallecido es de nacionalidad paquistaní, mientras que los heridos serían de nacionalidad paquistaní y bangladeshí. Entre los heridos hay uno que se encuentra en estado grave, mientras que los otros sufren heridas leves.

“Es un ataque deliberado contra las fuerzas de mantenimiento de la paz. Es un ataque contra el proceso de paz”, ha denunciado el representante especial de la Secretaría General de la ONU en RCA, Babacar Gaye.

“Naciones Unidas es una organización no partidista y trabajamos con todos los actores para lograr nuestros objetivos, que son promover la paz y la reconciliación en RCA”, ha agregado, antes de señalar que la MINUSCA “continuará adoptando medidas firmes contra los elementos criminales que amenazan a los civiles”.

Se calcula que miles de personas han muerto en el marco del conflicto y que cerca de 2,2 millones, alrededor de la mitad de la población, necesitan ayuda humanitaria desde el inicio en diciembre de 2012 del conflicto tras el levantamiento armado de la guerrilla Séléka, de mayoría musulmana.

La milicia, una coalición de rebeldes de mayoría musulmana del norte del país que se hizo con el poder tras un golpe de Estado en 2013, fue acusada de múltiples abusos de los Derechos Humanos, lo que llevó a parte de la población cristiana a crear las milicias ‘anti balaka’ para combatir sus excesos..

La fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Fatou Bensouda, anunció a finales de septiembre la apertura de una investigación formal sobre los crímenes que presuntamente se han cometido en el país desde 2012.

El pasado mayo, el Gobierno interino de RCA decidió remitir la situación en el país a la oficina de la fiscal, “pidiendo que investigara presuntos crímenes dentro de la jurisdicción del TPI cometidos en el país desde el 1 de agosto de 2012″.

Según Bensouda, “la información disponible ofrece una base razonable para creer que tanto (los antiguos rebeldes de) Séléka como los ‘anti balaka’ han cometido crímenes contra la Humanidad y crímenes de guerra incluido asesinato, violación, desplazamiento forzado, persecución, saqueo, ataques contra misiones humanitarias y el uso de niños menores de 15 años en combate”.

Misiones internacionales activas del Ministerio de Defensa en África

 

 

Soldados de élite españoles para proteger a los últimos musulmanes de Bangui

La misión de España en República Centroafricana

Un blindado español durante una patrulla por la zona más peligrosa de Bangui, capital de República Centroafricana (Trinidad Deiros).
Un blindado español durante una patrulla por la zona más peligrosa de Bangui, capital de República Centroafricana

El Confidencial acompaña a los miembros del Grupo de Operaciones Especiales “C.L. Maderal Oleaga XIX”, integrantes de la fuerza europea EUFOR RCA, en una patrulla por las calles del último vecindario islámico de Bangui, la zona más peligrosa de la capital centroafricana. La presencia disuasoria de los españoles ha contribuido a detener el reguero de asesinatos de musulmanes a manos de sicarios del grupo armado Antibalaka, que aún siguen al acecho, fuertemente armados.

La muerte se adueñó en diciembre del barrio PK5, el último bastión de los musulmanes de Bangui, cuando los combates entre dos grupos armados, Seleka y Antibalaka, cubrieron de cadáveres la capital centroafricana. Desde entonces y hasta junio, 595 personas pasaron por la morgue de la mezquita Ali Babolo del PK5.Hombres y mujeres, decapitados, mutilados o quemados vivos con las manos atadas a la espalda. También niños que, como una criatura de cuatro años que llegó degollada a ese lugar de culto, nada sabían del odio que los Antibalaka profesan a los islámicos, a quienes consideran cómplices de sus enemigos, losSeleka, de mayoría musulmana.

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En este infierno en el que la única esperanza era la huida, el reguero de muertos se detuvo en junio. Aunque para entonces la violencia había ya disminuido en toda la ciudad, vecinos del PK5 atribuyen el final de las atrocidades a la presencia disuasoria en sus calles de los soldados de operaciones especiales y de los guardias civiles españoles integrados en la fuerza militar de la Unión Europea para República Centroafricana, EUFOR RCA. Desde que empezaron a patrullar el vecindario islámico, no se ha conocido ningún nuevo asesinato masivo a manos de los Antibalaka. El último fue el 25 de mayo, cuando aparecieron los cadáveres, salvajemente mutilados y con el corazón arrancado, de tres adolescentes, raptados cuando se dirigían a un partido de reconciliación.

La jornada de los 50 miembros de las fuerzas especiales del Ejército -integrados en el Grupo de Operaciones Especiales C.L. Maderal Oleaga XIX- y de los 25 agentes de los Grupos de Acción Rápida de laGuardia Civil enviados por España el 29 de mayo, empieza antes de las seis de la mañana en la Escuela Nacional de Policía. Este lugar, escenario de una cruenta batalla entre un batallón sudafricano y los milicianos Seleka, aún conserva la huella de los combates en forma de bolsas de suero y vehículos abandonados; reposan junto a una zona supuestamente minada que los soldados han acordonado.

El patrullaje, en el que los militares escoltarán a un grupo de gendarmes franceses, arranca en la rotonda del almirante Koudoukou, presidida por una estatua cubierta de pintadas contra la antigua potencia colonial, Francia. La plaza, sin apenas tráfico, marca la frontera que ni siquiera los taxistas locales se atreven a cruzar. Temen sufrir la oleada recurrente de represalias y venganzas entre cristianos y musulmanes; toparse con los mercenarios chadianos y sudaneses que los rumores sitúan en el barrio, o bien ser víctima de una de las granadas que se consiguen en este país por menos de un euro.

Hombres “fuertemente armados”

Los soldados españoles encaran la avenida Koudoukou, la principal arteria de lo que se ha convertido en un gueto del que los musulmanes de la ciudad no pueden salir a riesgo de ser asesinados o linchados. La apariencia de normalidad de la avenida, plagada de puestos de frutas y verduras, es engañosa. En esta guerra larvada, el enemigo no es un ejército, sino una sombra, milicianos sin rostro que aprovechan la noche y las calles muchas veces desiertas para atacar. Quizás por ese carácter escurridizo, por esa amenaza poco convencional, se ha decidido que sean estos soldados de élite, entrenados para “ver sin ser vistos”, explica uno de ellos, quienes garanticen la seguridad del tercer distrito de Bangui y de su corazón: el barrio musulmán del PK5.

La vigilancia de los militares, ayudados por cámaras de visión nocturna y otros sensores, les ha proporcionado información que confirma que la calma está muy lejos de ser definitiva. Un oficial del contingente relata cómo “han detectado”, en la oscuridad sin luz eléctrica de los alrededores del barrio musulmán, a hombres “fuertemente armados” con fusiles de asalto Kalashnikov y RPG(lanzagranadas propulsadas por cohete, un arma antitanque portátil) que siguen acechando. Su escondrijo es, casi siempre, la tierra de nadie de casas destruidas que rodea el PK5. Lo que ahora es un panorama de desolación era antes el mayor mercado de la ciudad.

Los guardias civiles españoles, que también patrullan en el tercer distrito, comprobaron el pasado jueves en carne propia que las armas siguen circulando por el vecindario. Cuando se disponían a detener a un individuo que portaba un fusil AK-47, este abrió fuego contra los agentes, cuyos coches sufrieron el impacto de varias granadas que sólo causaron daños materiales.

Un entorno “seguro”

“De día, en esa zona desierta, vemos sólo a saqueadores que roban los ladrillos de los muros que siguen en pie y lo poco que queda por robar. De noche, avistamos a grupos de personas que se escabullen cuando nos ven”, explica a El Confidencial Francisco D.L., el oficial que comanda la patrulla de los militares españoles. Los soldados callan sobre otras operaciones, más sofisticadas que los patrullajes, que probablemente llevan a cabo. Cuando se les pregunta sí están poniendo en práctica el tipo de operación para el que se entrena a un miembro de las fuerzas especiales, guardan silencio. Alguno dice: “Yo no he participado en esas operaciones”, subrayando mucho el “yo”.

El comandante Alejandro Martínez Nacarino, jefe de operaciones y oficial de prensa, explica a este diario que su misión es “crear un entorno lo suficientemente seguro en el barrio” para que la Misión bajo liderazgo de la Unión Africana en la República Centroafricana (MISCA, en sus siglas en francés), que cuenta con 5.000 soldados, pueda asumir el cometido que ahora garantizan las tropas europeas. Además de España, países europeos como Francia, Letonia y Finlandia, entre otros, participan en EUFOR RCA.

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Soldados españoles en una rotonda de Bangui durante una patrulla (Trinidad Deiros).
Soldados españoles en una rotonda de Bangui durante una patrulla

“Franceses, ladrones de diamantes”

El planteamiento de esta misión militar ha sido delicado, incluso si en apariencia el contexto centroafricano podía resultar sencillo para unos militares bregados en lugares como Afganistán o Irak. Además de la MISCA, en el país está desplegada desde diciembre otra misión, la francesa. La operación bautizada comoSangaris cuenta con 2.000 hombres.

El problema radica en que Francia cometió un error de bulto a la llegada de estos soldados a la República Centroafricana. Los Sangaris, como son conocidos aquí, desarmaron sólo a los Seleka, que hasta entonces habían protagonizado la mayoría de los crímenes en el país, infravalorando la capacidad letal de sus antagonistas, los Antibalaka, y sus ansias de venganza. Este desarme facilitó que la milicia desencadenara una persecución mortal, no sólo contra los Seleka, sino contra toda la minoría islámica sin distinción. El resultado es que, de los más de 100.000 musulmanes que vivían en Bangui, ahora sólo quedan 3.000. Son los que resisten en el barrio PK5, cuya protección se ha encomendado a las tropas españolas.

El resentimiento que reina hacia los franceses, que también comandan la operación EUFOR RCA, podía haberse hecho extensivo a todos los componentes de la misión europea, incluido a España, que lidera el mando de operaciones especiales. Las calles y muros del barrio musulmán por el que patrulla el contingente español están plagados de pintadas que tildan a los Sangaris de “ladrones de diamantes”(Centroáfrica posee ricas minas de ese recurso natural) y a Francia de verdugo de los musulmanes.

Un blindado español durante una patrulla por las calles de Bangui (Trinidad Deiros).
Un blindado español durante una patrulla por las calles de Bangui

“Los españoles han sabido ganarse a la población”

No ha sido así. Los soldados españoles, subraya el comandante Nacarino, “han sabido ganarse a la población”, una afirmación que parece avalada por el cálido recibimiento que los comerciantes musulmanes dispensan a unos militares que se muestran afables y se paran a hablar con ellos delante de sus puestos. Además, España no arrastra, como es el caso de Francia, el pesado legado de una colonización sangrienta y de la posterior injerencia en los asuntos internos de este país africano que ha marcado la política de París hacia este Estado.

“Vosotros, los franceses, lo habéis arruinado todo. Los españoles pueden estar aquí; los franceses marchaos a vuestra casa. Un día, África va a golpear a Francia, y entonces ya veréis”, espeta un comerciante al jefe de los gendarmes franceses en presencia de los militares de EUFOR.

“Los españoles son neutrales, no como los franceses, y están trabajando bien”, argumenta Driss, un musulmán que vende telas en la avenida Koudoukou. Unos metros más adelante, otro vecino del barrio, Albert, afirma: “La situación en el [barrio] PK 5 ha mejorado un poco aunque no hay comida y no podemos movernos de aquí. Aparte de eso, con la llegada de las tropas EUFOR, hemos vuelto a dormir bien. LosAntibalaka ya no entran en el barrio, lo que no está mal”.

Los militares avanzan lentamente a ambos lados de la avenida. Cuando tres soldados se detienen a hablar con Mohamat, un musulmán que habla español, se forma un corrillo: “Antes (de la llegada de EUFOR) era mucho peor. Ahora estamos respirando, un poquito, no mucho, porque aún no podemos salir ni ir a donde queremos”, alega. Este musulmán, que aprendió castellano en Guinea, recalca que “el día que llegaron estas tropas”, los vecinos vieron cómo la situación “cambiaba”. Mohamat atribuye este cambio a que “la presencia de estas fuerzas ha dado confianza al habitante, que no se fiaba nada de los franceses”.

Soldados españoles en Kodokou, Bangui, durante una patrulla (Trinidad Deiros).
Soldados españoles en Kodokou, Bangui, durante una patrulla

El fútbol como arma

Estos comerciantes a menudo no saben nada de España. Sólo conocen, y al detalle, un aspecto: España es el país del Barça y del Real Madrid. Los militares son recibidos con gritos de “Barça” y “Real Madrid” y no es raro encontrar a centroafricanos que conocen de memoria la alineación de los dos equipos. Uno de ellos es Ibrahim, un vendedor que aconseja a los soldados que “España rejuvenezca la selección” si no quiere que se repita el fiasco del último Mundial. Mientras, los tres blindados Lince que han traído a la patrulla al barrio siguen a los militares a una distancia prudencial.

Hablar de fútbol, jugar al fútbol –los soldados asistieron como público a un partido y disputaron otro frente a un equipo local– forma parte de lo que, según el jefe del contingente, el teniente coronel Javier Lucas, es una “obsesión”: “conectar” con la población. “Hemos estado tomando clases de sango, la lengua local, durante dos meses antes de venir, lo que nos ha permitido saludar e incluso mantener alguna conversación sencilla con los centroafricanos, algo que aprecian enormemente”, explica el oficial.

“Un día, fuimos a ver a un jefe de Policía del tercer distrito de Bangui. Estaba asombrado. Nos dijo que era la primera vez que un blanco se bajaba del coche para hablar con él. Luego convocó a todo el barrio de Kokoro 4 a una asamblea, todos de pie. Lo que más nos satisfizo fue que, después, caminamos con ellos hasta una pasarela que separa la zona cristiana del sector islámico y entonces empezaron a aparecer musulmanes. ‘Hemos sabido que estaba EUFOR aquí y venimos a saludar a nuestros amigos cristianos’ dijeron. Personas que hacía tiempo que no se hablaban ni tenían relación empezaron a conversar“, recalca Javier Lucas.

Aunque la mayoría de los cristianos que vivían en el tercer distrito de Bangui, e incluso dentro del barrio PK5, siguen desplazados en campos, algunos de ellos no huyeron del vecindario, como Celestin, que se para a estrechar la mano de un soldado. Luego dice que, ahora, “la calma reina con la presencia de las fuerzas españolas”, sin dejar de reconocer que la situación de seguridad “ha mejorado un poco” pero que esta tendencia “sólo está empezando”. De ello da fe el escaso tráfico en la avenida Koudoukou y el hecho de que muy pocos cristianos se hayan atrevido a regresar al tercer distrito, por temor a ataques de los musulmanes, o bien porque su casa ha quedado reducida a escombros, saqueada o directamente destruida por la explosión de una granada.

“Yo soy cristiano y no tengo problemas aquí, porque este no es un conflicto religioso sino político. Somos centroafricanos y tenemos que vivir juntos, cristianos y musulmanes”, concluye, poco antes de que los soldados españoles terminen su patrulla y se alejen en los blindados rumbo a su base. Dejan atrás el último barrio musulmán de Bangui.

 

Fuente: El Confidencial
02/08/2014

 

«De repente nos atacaban con fusiles y granadas de mano»

  • El contingente español desplegado en Bangui narra su día a día en la violenta capital de República Centroafricana
Militares españoles patrullan por una de las rutas de Bangui
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«Se observó a una persona con un AK-47 que salió corriendo. Se realizó un reconocimiento por la zona y, de repente, comenzaron a oírse detonaciones de fusilería y granadas de mano. La patrulla al completo se cubrió con los vehículos respondiendo al fuego. En poco tiempo comenzaron a llegar numerosas personas exaltadas, en actitud hostil. El jefe de patrulla decidió embarcar en los vehículos para abandonar el lugar, momento en el que se vuelve a oír fuego de fusilería y detonaciones de granadas. La patrulla consiguió salir cubriéndose con el fuego de sus armas». Quien habla es el teniente coronel J. L. S., jefe de la fuerza española desplegada en Bangui, capital de República Centroafricana, en el marco de la misión EUFOR-RCA. Lo que cuenta es sólo un ejemplo de a qué se enfrentan los 60 militares del Mando de Operaciones Especiales (MOE) y los 25 guardias civiles del Grupo de Acción Rápida (GAR), que desde hace tres meses tratan de dar seguridad a esta violenta zona en la que son constantes los enfrentamientos con y entre los dos grupos radicales que atemorizan a la población: los rebeldes musulmanes de «Seleka» y los cristianos «Anti-Balaka». Algunos de ellos han contado cómo es su día a día y las violentas situaciones en las que se han visto envueltos.

El citado incidente ocurrió el 31 de julio durante una patrulla que realizaban los efectivos de la Guardia Civil en el tercer distrito. Se adentraron en una calle en busca de «una persona con un fusil y mientras se tomaban datos del suceso y se interrogaba al personal local», se inició el ataque y la posterior emboscada, explica el teniente coronel, recalcando que «varios vehículos recibieron impactos y uno fue alcanzado por una granada. El personal salió ileso». Aquí, «la mayor amenaza son los criminales y grupos armados, cuyo armamento principal son fusiles de asalto AK-47 y granadas de mano de fabricación china», cuenta el capitán de la Guardia Civil A. P. S., quien explica que con su trabajo buscan «contribuir al desarrollo de unos niveles de seguridad que permitan a la Misión de Naciones Unidas (MINUSCA) tomar el relevo de EUFOR a lo largo de los próximos meses». Pero el camino para conseguirlo no es fácil para los efectivos del MOE y del GAR. Los primeros realizan tareas de «reconocimiento especial, rescate de rehenes, y contactos con líderes y personal clave», comenta el comandante jefe de operaciones, Alejandro Martínez Nacarino, quien también ejerce como PAO (Press Affair Officer) de EUFOR. Mientras, los agentes del Instituto Armado llevan a cabo «labores de seguridad y orden público, inteligencia e investigación criminal», explica el capitán A. P. S.

Saben que «en el área de operaciones asignadas (distritos 3 y 5) debemos ir protegidos, aunque en el 4, que no es responsabilidad de EUFOR, se desarrolla una alta actividad criminal que hace que se extremen las precauciones al cruzar », apunta el jefe de equipo operativo, A. O. M. El capitán de la Plana Mayor de Mando , F. M. G., añade que «la presión es la misma en cualquiera de los distritos. El GAR focaliza sus actividades en el quinto distrito (Anti-Balaka) y el MOE en el tercero, de mayoría musulmana». Pero, ¿quiénes son los más peligrosos? «Los grupos radicales de cualquiera de las dos facciones enfrentadas», sentencia. Y fue cerca de ese cuarto distrito donde vivieron su primera acción de combate el 26 de julio.

Una patrulla de Operaciones Especiales regresaba a bordo de cuatro vehículos Lince de una operación en el tercer distrito. «Se identificó a una unidad francesa de la operación Sangaris manteniendo un combate con fuerzas enemigas, probablemente Anti Balakas del barrio Boy-Rabe del distrito cuatro». La situación que se encontraron era «un camión de la Misión Internacional de Apoyo la República Centroafricana (MISCA) tiroteado a la vanguardia de los franceses, con su personal desembarcado y a cubierto, y los galos con su personal desembarcado y a cubierto». Se ofreció apoyo y los franceses respondieron que «sería bienvenido». Mientras se coordinaba la maniobra, «se estaba recibiendo nutrido fuego de armas ligeras y de RPG sobre nuestras unidades». Los españoles se posicionaron, dieron seguridad y desde uno de los Lince se respondió con «disparos de ametralladora 12,70 mm». Después de varios momentos de tensión «los agresores se dieron a la fuga».

Ya saben que su zona asignada es una de las más violentas. Por ello,como señala el comandante jefe de operaciones, «en una de nuestras salidas por el distrito 3 nos acompañó el comandante de la Fuerza europea», general de brigada francés Thierry Lion, y lo que vio le llevó «a implicar al batallón multinacional en presencia continuada» en el oeste del distrito. La forma de actuación de los españoles han hecho que en otras situaciones «la Fuerza de Operaciones Especiales haya permanecido como la reserva del comandante de la Fuerza y en otras ha desplegado sus medios de obtención de inteligencia y capacidad de observación».

Rescate de rehenes

Entre esas capacidades está la del rescate de rehenes, la cual tuvieron que poner en práctica el 26 de julio –recuerda el el teniente coronel J. L. S.– cuando se trasladaron a una zona en «la que las informaciones situaban a unos secuestradores armados y a un rehén». Explica cómo «una sección de Gendarmería francesa de la Unidad Policial Internacional estableció un cordón de seguridad interior y un batallón multinacional el exterior». Tras varias llamadas para contactar con los captores sin respuesta, decidieron entrar en la casa «para la búsqueda y limpieza de la misma», pero «mientras se realizaba la búsqueda en el interior se recibió la confirmación de que los secuestradores habían huido ».

Pero quizás, el episodio más violento que han sufrido se produjo entre el 19 y el 21 de agosto. Todo comenzó la noche del 19, cuando una patrulla francesa se vio envuelta en un incidente en el que se registraron un fallecido y tres heridos de los grupos musulmanes de autodefensa. «Al día siguiente, se desató una reacción desproporcionada por parte del sector más radical musulmán». Se produjeron numerosos enfrentamientos con tropas francesas en los que resultaron heridos varios europeos. Así que, los efectivos de Operaciones Especiales «desplegamos medios en el oeste del distrito 3 y establecimos contacto con algún líder de la zona», explica J. L. S. «En la noche del 20 y del 21, el Mando Componente de Operaciones Especiales ofreció al comandante de la Fuerza la posibilidad de mantener la seguridad a lo largo del canal Yakite (inestable frontera entre musulmanes y cristianos) para aprovechar nuestras capacidades de visión nocturna». Al final, la unidad española fue «la única desplegada en el interior, cumpliendo la misión sin novedades y detectando y grabando movimiento de personal armado de los grupos de autodefensa musulmanes». Desde estos combates no volvieron a entrar en el distrito y, tras negociaciones con los líderes locales, el jueves lo cruzaron de nuevo. «La acogida fue buena, aunque algún exaltado nos increpó», cuentan. Irán entrando poco a poco, aunque estos días «los enfrentamientos son prácticamente nulos». Todo esto sucede en un país que «nos han recibido con amabilidad y agradecimiento», destaca el comandante jefe de operaciones. «La mayoría desea volver a la paz y al entendimiento intercultural» y tratar de olvidar una guerra que ha dejado miles de muertos y cerca de un millón de desplazados.

Sáhara

MISIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS EN EL SÁHARA

Durante el pasado año dos Oficiales Superiores participaron en esta misión como expertos en el conocimiento del terreno y la población.

Esencialmente su misión consistió en auxiliar a otros observadores que allí se encontraban a moverse por el territorio y poder elaborar el censo a partir del cual se desarrollaran las elecciones sobre la autodeterminación del territorio.

La duración fue de aproximadamente 20 días.

Angola

MISIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS EN ANGOLA

UNAVEM I (Misión de Verificación de las NN.UU. en ANGOLA).

Se trata de la primera participación española en una operación de mantenimiento de la paz. Se crea respondiendo a la Resolución 626 (1988) para “verificar el redespliegue hacia el norte, en una primera fase, de las tropas cubanas allí establecidas y, posteriormente, la retirada total de dichas tropas de todo el territorio de la República de Angola”.

Desde enero de 1989 convenzan a desplegar oficiales de 10 países incluida España- a razón de 7 por país (en enero de 1990 se reduciría a 6 oficiales por país).

La misión en julio de 1991 pero, se prolongaría y enlazaría con un nuevo mandato, que dará lugar a una nueva misión: UNAVEM II.

Tras la retirada de las tropas cubanas, se solicitó de las NN.UU. la ampliación de su presencia en Angola por lo que a finales de mayo de 1991 se aprobaba la Resolución 696 del Consejo de Seguridad y se otorgaba un nuevo mandato en el que se debía “verificar un efectivo alto el fuego y supervisar la actuación de la policía angoleña durante el proceso de transición” tras los Acuerdos de Paz de Estoril que ponían fin a 16 años de guerra civil.

Un total de 350 militares de 24 países (21 de ellos españoles) desplegaron en Angola. Aunque estaba previsto que la duración de la misión fuera de 17 meses, los problemas acontecidos como resultado de las elecciones presidenciales y legislativas obligaron a las NN.UU. a prolongar la misión. La misma se dio por finalizada en diciembre de 1993. En total entre UNAVEM I y II participaron 62 militares del Ejército de Tierra.

Mozambique

OPERACIÓN INDIA-MIKE

El 4/10/92 se alcanzó en Roma un acuerdo de paz entre el Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO), en el Gobierno, y la Resistencia Nacional Mozambiqueña (RENAMO).

Como consecuencia, de acuerdo con la Resolución 797/92, se aprobó una operación de gran envergadura (7.500-8.000 hombres) en la que la participación española máxima fue de 21 observadores militares y 50 guardias civiles. Tras las elecciones de noviembre (26 y 27) de 1994, se constituyó un nuevo gobierno y se dió por finalizada la operación, que en líneas generales ha constituido uno de los mayores éxitos de las Naciones Unidas.

Las lluvias torrenciales asolaron Mozambique durante el mes de febrero de 2000, causando centenares de muertos y 350.000 desplazados, con una situación de catástrofe generalizada en el país africano. Un millón y medio de personas quedaron a merced de las aguas desbordadas. A este primer balance se sumaba un peligro tan amenazador como las riadas: las epidemias

Los primeros casos de cólera no tardaron en hacer su aparición, propiciados por la ausencia de agua potable, y la zona se convirtió en un foco de difusión de otras enfermedades, como la malaria. Igualmente, la escasez de alimentos agravaba la situación de los habitantes del maltrecho país africano.

El 5 de marzo el Ministerio de Defensa puso en marcha la operación India-Mike para prestar ayuda humanitaria a los damnificados.

Una Unidad de Asistencia Sanitaria y personal de la Brigada Paracaidista del Ejército de Tierra partió hacia Mozambique a bordo de un Boeing 707 del Ejército del Aire, mientras que un avión de alta capacidad transportó en sus bodegas dos helicópteros del Servicio de Búsqueda y Salvamento y otro de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) para el rescate y evacuación de personas y para facilitar apoyo aéreo a la Unidad de Sanidad.

Además, tres aviones Hércules C-130 del EA aterrizaron en el continente negro con equipamiento médico y militar del contingente español. El 6 de abril el contingente regresaba a España.

Etiopía

 

MISIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS EN ETIOPÍA Y ERITREA

La Misión en Etiopía y Eritrea nació tras la firma, el 18/6/2000 en Argel, del Acuerdo del Cese de Hostilidades entre el Gobierno de la República Federal Democrática de Etiopía y el Gobierno del Estado de Eritrea, bajo los auspicios de la Organización para la Unidad Africana (OUA) y la asistencia de representantes de la Unión Europea y los EEUU.

Uno de los puntos de este acuerdo es el establecimiento de una «zona colchón», dentro del territorio eritreo fronterizo con Etiopía de 25 kilómetros de ancho, donde se desplegarán las fuerzas de interposición de la ONU hasta que los cartógrafos de las Naciones Unidas hagan la delimitación de la frontera.

Esta fuerza de paz supervisará también la retirada de la fuerza etíope del territorio eritreo, ocupado en los últimos meses del conflicto y que no estaba bajo la administración etíope antes de mayo de 1998.

Tras la Resolución 1.312 (2000), de 31 de julio de 2000, y su aprobación por el Consejo de Seguridad el 15 de septiembre de 2000, se autorizó el despliegue de la misión hasta el 15 de marzo de 2001.

La UNMEE se está desarrollando en tres etapas: en la primera se llevó a cabo el despliegue de oficiales de enlace en Addis Abeba y Asmara.

La segunda etapa —que ya está en marcha— incorporará un máximo de 100 observadores militares y el personal civil de apoyo necesario, con el mandato de establecer y poner en funcionamiento el mecanismo de verificación del cese de hostilidades y hacer los preparativos necesarios para establecer la Comisión Militar de Coordinación prevista.

En la tercera etapa se llevará a cabo el despliegue de toda la operación de mantenimiento de la paz, que prevé una fuerza militar con un máximo de 4.200 efectivos, incluidos 220 observadores, tres batallones de infantería y las unidades de apoyo necesarias.

España participa en la UNMEE con cinco militares: cuatro capitanes y un alférez.

República Democrática del Congo

 

OPERACIÓN ECHO-CHARLIE

 

Un contingente militar español se desplazó a la R.D. del Congo el 14 de julio de 2006 y alcanzó su operatividad antes de finales de ese mes, para desarrollar la operación Echo-Charlie.

Adscrita a la Fuerza de la Unión Europea en apoyo de la Misión de las Naciones Unidas (MONUC) durante la celebración de las elecciones legislativas y presidenciales de la República Democrática del Congo, que se celebraron el 30 de Julio.

Una segunda vuelta tuvo lugar el 29 de octubre de las elecciones presidenciales entre el presidente Joseph Kabila y el ex líder rebelde, Jean Pierre Bemba.

El contingente está compuesto por un total de 130 efectivos, 90 de los cuales pertenecen a una Compañía de Infantería de “reacción rápida” de la VII Bandera del Tercio “Don Juan de Austria” de la Legión, 30 cumplen misiones de apoyo logístico, y otros 10 son oficiales y suboficiales que están destinados tanto en el Cuartel General de la Operación en Potsdam, Alemania, como en el de la Fuerza, ubicado en la capital del Congo, Kinshasa.

Coincidiendo con la llegada de los militares españoles se produce el repliegue del destacamento que permanecía en la capital congoleña desde el 1 de Julio realizando tareas de apoyo previas a dicho despliegue.

El contingente, a mando del Teniente Coronel Ruiz Benítez, tiene la misión de apoyar las acciones de la Misión de las Naciones Unidas para garantizar un proceso electoral libre, fiable y transparente, como parte fundamental del proceso de pacificación, estabilización y normalización democrática de este país africano.

Para conseguirlo, las Naciones Unidas autorizan a las fuerzas que componen la “EUFOR RD Congo” a utilizar sus medios y capacidades para garantizar la seguridad y libertad de movimientos de los componentes de la MONUC, a la vez que contribuir a la protección de la población civil y del aeropuerto de Kinshasa, en caso de peligro inminente.

La operación militar disponía de fuerzas avanzadas desplegadas en Kinshasa, unos 1.200 alemanes, franceses y polacos, alertadas en el país vecino Gabón, y una reserva estratégica preparada en territorio europeo. La misión se dio por finalizada el 30 de noviembre de 2006, regresando la totalidad del contingente el día 14 de diciembre de 2006.

Mali

EUTM MALI (Europe Union Training Mission ) I-II-III

INTRODUCCIÓN

La crisis política, humanitaria y de seguridad que estaba sufriendo Malí, consecuencia de los acontecimientos acaecidos en el norte del país desde principios de 2012 (rebelión tuareg, seguida por un golpe de estado militar y la entrada de terroristas yihadistas), lo convirtieron en centro de inestabilidad y en grave amenaza para toda la región del Sahel y para Europa.
Ante la gravedad de la crisis, el presidente interino de Malí remitió peticiones oficiales de apoyo al secretario general de la ONU y a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO). Para dar respuesta a estas peticiones, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas emitió la Resolución 2071 (2012), de 12 de octubre, en la que invitaba a la comunidad internacional a proporcionar asistencia, experiencia, entrenamiento y apoyo al Ejército y Fuerzas de Seguridad de Malí.
EUTM Mali no lleva a cabo misiones de combate y debe coordinar sus actividades con otras misiones desplegadas en la zona por la ONU y la CEDEAO.
El Ejército español en la misión tiene como objetivo el adiestramiento y asesoramiento a las Fuerzas Armadas de Mali para que sus integrantes adquieran las capacidades de combate necesarias con las que operar por sí mismos y contribuir a la estabilidad y pacificación de la zona.
Los militares españoles cumplen su cometido en los Cuarteles Generales de Bamako y Koulikoro, en la Compañía de Protección de la Fuerza, compuesta de dos Secciones y un Equipo de Mando y en Equipos de Entrenamiento encargados de operaciones especiales y apoyos de fuego.

EUTM Mali I

El 8 de febrero de 2013 dio comienzo la misión con el desplazamiento a Bamako, capital de Mali, de un destacamento avanzado de reconocimiento, compuesto por el jefe del contingente español, teniente coronel Gabino Regalado y el comandante José Luis J. Borraz, con la misión de realizar las actividades preparatorias para facilitar el despliegue del resto de unidades.
Se establece el Cuartel General Principal en la capital y posteriormente se suma al emplazamiento una Sección de Protección perteneciente a la Bandera “Colón” VIII de la Legión. Su cometido será la protección de convoyes y la seguridad de las instalaciones y el personal, a la vez que operarán como Fuerza de Acción Rápida. El Cuartel General Avanzado junto con el Centro de Adiestramiento, se establecen en el acuartelamiento “Boubacar Sada Sy” de la localidad de Koulikoro.
En el mes de abril se incorporan al contingente español una quincena de instructores procedentes del Mando de Operaciones Especiales (MOE), cuya misión es la formación táctica especializada en reconocimientos y “golpes de mano” de la Sección Comando del I Grupo Táctico del Ejército de Mali.
EUTM Mali II

A mediados de septiembre de 2013 el Ejército amplía su destacamento hasta alcanzar los 110 efectivos. España gana peso en la misión y ya está a la par que Francia en nivel de contribución de personal. Se incorpora a la misión el primer equipo español de Instructores de Apoyos de Fuego, pertenecientes al Grupo de Artillería de Campaña (GACA) de la Bandera “Roger de Flor” I, de la Brigada Paracaidista (BRIPAC), dando así inicio a la instrucción de los artilleros malienses. Se centrarán en la formación inicial del combatiente, entre lo que destaca el movimiento en escuadras y pelotones, la ruptura de contacto, los puestos de observación y escucha, así como la orientación y el movimiento nocturno de una batería. Junto a ellos, un nuevo equipo de instructores del MOE asume las labores de formación en técnicas de comandos del II Grupo Táctico del Ejército de Mali.
Asimismo, se produce un relevo en el mando de la misión. El coronel Félix García Cortijo toma la jefatura de las tropas españolas de la EUTM Mali. También se incorpora al contingente un oficial de Intendencia que se integra en Koulikoro destinado al elemento de apoyo al mando.

EUTM Mali III

Los efectivos de la BRIPAC dan paso a la Jefatura de Tropas de Montaña. En concreto, el nuevo personal procede de la Compañía de Esquiadores Escaladores del Regimiento de Cazadores de Montaña “Galicia” nº64. También se produce el relevo en los puestos que los militares españoles ocupan en el Cuartel General Principal en Bamako, con la excepción del puesto de 2º jefe de la misión, que sigue ocupando el coronel Félix E. García Cortijo.
En noviembre de 2013, se incorpora al contingente un equipo del Regimiento de Transmisiones nº22 para realizar un estudio sobre la mejora de instalaciones del Centro de Comunicaciones. Se mejora el tendido del cableado, colocando guías y sistemas para aumentar la protección de los materiales y evitar que se deterioren. Por su parte, los Equipos de Instructores de Operaciones Especiales encaran la recta final de la preparación del III Grupo Táctico del Ejército maliense. El adiestramiento incluye áreas de patrullaje y combate a pie, combate en zonas urbanas, además de las disciplinas de topografía, preparación contra artefactos explosivos improvisados, tiro, comunicaciones, combate cuerpo a cuerpo, conducción de vehículos y formación como sanitario de patrullas.
Hasta marzo de 2014, se ha procedido a la instrucción de cuatro batallones de las Fuerzas Armadas Malienses y España aporta ya el mayor contingente de todas las naciones participantes.

Somalia
Histórico de misiones

Entrevista al comandante Martínez Nacarino de EUFOR RCA por el periodista Manuel A. Gómez (COPE)

07/07/2014

La misión de los 99 militares españoles desplegados en la República Centroafricana. Entrevista al comandante Martínez Nacarino, de EUFOR RCA

Militares españoles están desplegados en la República Centroafricana -dentro de la misión EUFOR RCA de la Unión Europea- para crear un entorno seguro que permita el reparto de ayuda humanitaria y el cese de los enfrentamientos. El comandante Alejandro Martínez Nacarino, jefe de operaciones de la fuerza de operaciones especiales desplegada en Bangui, ha asegurado en “La Garita” que la situación es “muy volátil”, con “picos de violencia interétnica”.Escucha aquí la entrevista completa
El comandante Martínez Nacarino ha contado que en Bangui tienen lugar “escaramuzas esporádicas” de grupos incontrolados que cesan cuando intervienen las fuerzas multinacionales. Los militares españoles no son objetivo de los ataques porque, según el comandante, “nuestra capacidad de medios combate hace que los contendientes desistan de cualquier enfrentamiento con EUFOR”. Relata un incidente en el que las tropas españolas se tuvieron que desplegar y dar protección; realizaron disparos de advertencia después de recibir fuego hostil, y consiguieron que los “elementos hostiles” salieran a la fuga.

Las reglas de enfrentamiento de los militares españoles en la RCA son “muy rígidas”, basadas en la “congruencia, oportunidad y proporcionalidad”.
De los 99 desplegados sobre el terreno en la República Centroafricana, 25 son guardias civiles.

http://www.emad.mde.es/MOPS/novoperaciones/noticias/2014/07/140707-entrevista-cope.html

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Misiones internacional activas del Ministerio de Defensa en África. Pinterest

Nueva misión de la OTAN de nuestro ejercito en Afganistán post-2014, Misión Resolute Support, c… http://wp.me/p2n0XE-3zo vía @juliansafety #segurpricat #seguridad

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